Fue entonces que desperté junto a ella,
El sol se reflejaba en su blanca piel,
Desde su nunca hasta su parte más íntima,
La desperté con un beso,
Un cálido beso de amor,
Esos que ya no se dan hoy en día,
Un beso lleno de ternura,
De amor y de vida, solo de eso.
Fue entonces que me sentí vivo,
Que comprendí que moriría por ella,
Entender mi razón de vivir,
Y pero aun mi razón de morir.
Comprendí la razón de mi sufrimiento.
Y conocí el camino hacia la felicidad.
Me aterre de eso que sentía.
Dejar que mi felicidad dependiera de alguien más.
Jamás imagine como sería mi vida sin ella.
Fue mi error lo admito.
Pero volvería a cometer el mismo error toda mi vida.
Con tal de verle despertar como aquel día.