En abril quizás será, si llega abril,
cuando el sol atenace tus sentidos.
Tras las lluvias que traerán las aguas mil,
grises cielos se teñirán de añil,
los gorriones anidarán sus nidos.
Y hoy escarchas verás en la alborada
con sus escamas reflejando el sol
trenzada en una alfombra plateada.
Lucirá su fachada iluminada,
y en el huerto nacerá ya alguna col.
Y es así que la vida reverbera
cuando brilla y la música se siente
y empieza a despuntar la primavera,
el rio va susurrando a la ribera
y hasta el olor recobra su aliciente.
Tal es así que el agua extrovertida
salpicando siguiendo la corriente
-esto es la realidad, esto es la vida-
la floresta se muestra ahora atrevida,
allí todo es bonito y reluciente.
©donaciano bueno