Mire la cara triste el Diputado
Deslizaba cual lombriz su vestidura,
Mintiendo a la gente él cara dura
Ofrecía de Castillos lo robado.
Gigante como puerco el enfadado
Gritaba a todas voces las mentiras.
La gente que lo escucha se intimida
De su doble moral pobre angustiado.
Vendido cual moneda dos ochavos
A la caterva adusta por ligera,
La adulación no falta en su cartera
Mantenerla llena está viciado.
Pobre de ese tunante melindroso
Que confió la gente su esperanza,
Mal que le apostó a su vil andanza
El cogerá de nuevo el andrajoso.
Escucha bien el canto es peligroso
Que muda su piel cuando se antoja,
Es convencimiento fiel la paradoja
Ladrón siempre, ladrón salió del foso.