I
Actuando en el teatro
sin querer dije un garabato:
\"Eh ahí, a un lado del grabado
una espina sin rosa; una ausente
que dejó atrás todo lo que quizá
en un futuro habría de perder.
Venid a mí,
que yo os daré
la rosa que necesitas\".
II
ELLA:
Callad, que te he de responder
que esta espina como me llamas,
tiene un jardín repleto de flores y rosales;
mas no ausente, sino doliente.
III
ÉL:
¡Oh mujer hermosa!
¿Quién entonces te ha cortado de ese jardín?
¡Venid a mí! yo os enseñaré a cultivar de nuevo.
IV
ELLA:
Callad mujigato.
Vos soís sólo un actor de teatro improvisando
que del amor, sabe lo que medicina: nada.
V
ÉL:
¡Oh bella dama! ¡Sus palabras me hieren!
Pero razón tienes,
¡qué sabré yo si ya no existe mi corazón
por una dama como vos!
¡Callad entonces y vereís cómo los anhelos mueren!
VI
ELLA:
¡No os ofendaís caballero!
Esta espina ya está muy seca,
y tú como actor de teatro
improvisar sabes, sufrir puedes,
mas amarme no debes.
VII
ÉL:
¡Sus palabras de esperanza, divina dama
han hecho que mi cara sonría!
¡Escuchad todos los aquí reunidos,
por muy poco he conquistado el corazón
dolido de una mujer!
¡Ved que no todo en la vida es teatro
y que el destino como anfitrión
de vez en vez os dejará querer!
¡Y por ti bella mujer,
has de ser la espina
que en algún momento en rosal ha de crecer!.
FIN
YO:
ANDRÉS SARELLANO MTZ
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