Amado mío, como derrites el hielo sobre tus labios cálidos,
Enamoras mi piel con caricias delicadas, como si fueran pétalos de rosas,
hay un vuelo de palomas blancas en mi vientre,
y ramilletes de rosas en el aire,
en nuestro lecho el perfume de claveles, que suavemente seducen los sentidos,
me cautivó su fragancia,
ahora soy, una rosa roja y tú eres un rojo clavel,
la rosa embelesada con su aroma y con su belleza,
es delicada para amar, tierna como sus pétalos y fuerte como su tallo,
el clavel se desliza suavemente a su esencia,
puede sentir acalorarse con sus besos,
le acaricia suavemente,
mientras su capullo se aprieta con el ardor de sus senos,
a él le queda más aroma que entregar a su amada,
no deja de esparcir su perfume en sus pétalos de rosa,
ella sede al ingenio de su amado, deja a la imaginación todo su deseo,
luego exclaman:
¡nos jugueteamos entre las fuentes del río,
entre las sábanas blancas para que el amor salga bendecido!
¡eres digna de amar oh amada, eres digno de amar oh amado!
Las gotas de rocío que ha dejado la noche,
llenos de candor humedecieron sus cuerpos.