Josefina 46

Y LA LUZ VOLVIÓ A MIS OJOS

Don Vicente Buigues Frau,

pérmitame que en agradecimiento

para expresar lo que siento,

le dedique de corazón estos versos.

 

Quiso un día la providencia

que me pusiera en sus divinas manos,

y le dió luz a mis ojos

que se estaban apagando.

 

Hoy contemplo emocionada la belleza

de los campos valencianos,

los colores resplandecientes del arco íris

que ya casi tenía olvidados.

 

Mirarme en los ojos de mis nietas

que forman de luceros un ramo,

sentirme renacer en el tiempo

de mis cincuenta años.

 

¡Gracias al pueblo de Denia

que dió hijo tan preclaro!,

¡a la madre que lo engendró

y al padre tan ilustre y sabio!

 

¡Gracias a la ciencia de la medicina

que avanza a pasos agigantados!,

¡a la dedicación de toda una vida

al servicio de los que le necesitamos!

 

¡Gracias a Dios por escuchar mis oraciones!,

¡y a tí, madre, por darme la vida!,

¡y a usted, Don Vicente, ésta buñolera,

le estará eternamente agradecida!

 

Fina