Urquiza

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Quiero estar

donde todos callen

y el silencio sea el triunfo

presente mis ojos

que empañan los vidrios

de una casa sin sombra

de un espacio ya vacío.

 

 

Entro en los escondites

entre algodones blancos

y peldaños que no llevan a ningún lado

mudo recuerdo

mudando mis manos

a las sábanas frías

que ya no reconocen

ni mi muerte

ni mi pequeña juventud

mi eterna vejez del pensamiento

con todo el silencio a cuesta.