Por mucho que lo intentes, no consiento
deduzcas que yo soy un estrambote,
una escueta laguna en el cogote,
una pulga que vuela ya sin viento.
De una mosca, pelota en el rebote,
de algún loco de atar, el aspaviento,
musaraña sin alma y sentimiento
que espera que le llamen por el mote.
Y aún algo más, la huella digital,
un número que acaba en una letra,
atormentado el alma de un poeta
que mal anduvo y que acabó fatal.
Soy ese anillo que baila en anular,
dedo que en la nariz saca una mota,
la puta en la baraja, una sota,
la rana que no para de adjurar.
Yo soy una persona ¡qué me dices!
que avanza por la vida sin saberlo,
quizás una moneda de estraperlo,
o un tipo que se toca las narices.
©donaciano bueno