Ahora sé que no todas las mañanas de agosto son oscuras
Sé que unas horas pueden ser capaces de alegrar todo un día, prologarse hasta la noche e invadir la mente que estuvo vacía, con alegría.
Sé que hay sonrisas, que pueden quedarse tras los parpados, que pueden adentrase en los sueños, apropiárselos, convertirse en su dueño.
Sé que una sola mañana no alivia el peso de mucho tiempo de ausencia, pero que bien, que bien, que se siente tu presencia.