Por más lejos que me vaya,
me aparte de tus letras
y de tus cartas,
siempre vuelvo a ti.
Solo tú me escuchas,
solo tú me permites ser quien
soy y no me juzgas.
Solo tú me das tranquilidad
y sosiegas mi mente.
Eternamente quiero ser tu amiga,
porque contigo siento que puedo
entreverme entre líneas y
suspirar entre letras leyendo un fragmento.
Como amo sentarme a escribir y
dejarme llevar con esa delicada soltura
que se desemboca en la mejor parte,
en el mejor verso para terminar
con sello de oro mi poema triunfal.
No me importa si le gusta a uno o a varios,
solo espero desahogar mi alma y
más de uno se identifica con mi catarsis
esparcida en cada sílaba.
Amen a las palabras,
letras y poemas por ser
la casa de mi alma.