La muerte no es algo para olvidar
lo que se piensa que se olvidó
no es cierto porque no
voy pensando siempre en esa muerte
que un día a un tío mío se llevó
el que lo atormentó un diablo
que no se supo nunca si era el que estaba vivo
o era su propio hermano.
Tal vez fue cierto lo que hizo en España
o tal vez no fue así
se dice que cuando visitó a su hermana en el convento
allí por algo malo que hizo
su potencia le quitaron
su fuerza la ablandaron
hasta que no pudo más hacer
lo que más le gustaba.
Lo perseguía el diablo
decía el : mírenlo allí mírenlo como me quiere matar,
lo atormentó tanto que un día decidió
su vida se iria quitar.
-Voy aquí a un lugar a comprar. Ya vengo.
Manuel no soportaba más la vida que ahora tenía que vivir
ya no era más Manuel
ya él no podía acostarse más con las mujeres
eso ya no le funcionaba.
Porque este castigo
era Manuel un varón
acostumbrado a hacer lo que quisiera
y nunca ninguna mujer lo lograba prender.
Dueño de un bar,
un gran bar lleno de mujeres para atender
California se llamaba su bar
era un rey metido en ese lugar
nadie lo podía recriminar.
Cuando Manuel regresó
el bar seguía vendiendo igual
la gente se divertía
los amigos compraban más
y bebían con sus mujeres preferidas,
era la vida que Manuel conocía
así se divertía el,
pero Manuel esa noche no iba a tomar,
deprimido pasó frente a sus amigos
con una pimpina llena que nadie sabía de qué!
La rockola sonaba su última canción,
era la última canción para él.
(continua)