Podría sonreir y enmascarar el dolor que araña mis entrañas,
tal vez podría disfrazar ésta sensación de vacío incontenible,
miro mis manos y pregunto ¿a quien pertenecieron?
Ajena a mi cuerpo vaga mi alma,
por los pasillos grises de esta vida.
Yo que fuí risa y canto,
amor y dicha.
Hoy soy el despojo de ese bello ser humano
solo me queda el recurso del amparo,
amparo en el olvido le pido a este silencio,
recurso de cobardes tal vez digan algunos,
tibio manto a mi agonía podría responderles
no exijo mi derecho a ser oída y comprendida
exibo ante los hombres mis múltiples heridas
deseo ser la oculta palabra que da vida
más no tengo la fuerza, no encuentro la salida.