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Son sabores que me das,
En silencios me ofreces,
Una vida toda llena de dulces,
Y encantos sobre el delirio,
De un extremo y codiciado poemario,
Que dice que, y tu hechizo es y siempre será,
Lo que el corazón quiera expresar,
En su más sentir y candor se atisba,
Y en la mirada un suspiro,
Desde que el silencio enmudeció,
De eternidades celestes,
Que guardan luces,
Y en el cielo dando más destellos,
Y en inmensos sonoros y amaneceres bellos,
Que quedan a la vuelta de la esquina,
Como llenando de desafíos,
Estos son los confines,
De eternas soledades,
Cuando quedan las tempestades,
De delirios presentes,
Y sólo falta una razón para volver a amar,
Y sólo nos lleva por el camino venidero,
Cuando sólo hallo la fuerza,
En encontrar la manera,
De amarte bien,
Con la forma de amar,
Más eficaz del tiempo,
Que corre en el cuerpo.
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