Mi vida sube y baja,
como un ascensor con pasajeros.
Cuando me siento tan solo,
trato de oír tu voz.
En la calle, el frio y la humedad,
prosperan en los rascacielos.
Y el elevador sube,
llevándose mis recuerdos.
¿Que tan loco ha sido el día?
No te imagino por las noches.
De una ciudad tan iluminada,
se abren las puertas de Buenos Aires.
Un paseo a lo infinito,
esta vez puedo respirar.
Y veras que ha sido una vida...
Una subida y bajada en el tobogán.