Llamo y acudes
con causa y sin prisa,
porque seguro estás,
de que me encuentras.
En la misma vereda,
donde pasamos tranquilos
nuestros días
Es el amor que emerge
en tus pupilas, o quizás
al verte, sea en las mías.
Que importa si es en ti o en
mí...
O en ambos, lo que importa, es
que está vivo todavía.
Que no se creen espacios,
que no se opaque este destello,
que te inquieta y me agita.
Al sentirte se desprende
de mi , la materia corpórea,
y me transformo en mente,
corazón y alma.
y nuestra fusión,
es sustancia y esencia
que perdura y se hace
... DULCEMENTE ETERNA...