Entrañable ser que una vez
cobijaste mis fríos,
cubriste mis miedos,
y una sonrisa tuya
me ayudaba olvidar.
Te fuiste a encontrar otros tiempos,
donde tu pasado no existirá,
y el futuro nunca llegara,
a un lugar donde nadie recuerde,
a la mujer que hubo en mi.
No sé qué tantas vueltas dio el reloj,
no conté las lunas que vi salir,
se me olvidaron los inviernos que pasaron,
solo seguí pensando en ti.
Te he vuelto a ver,
esa sonrisa tuya te delate,
la mirada de esos ojos de miel,
me hizo volver algo tuyo en mí.
Que instante, no hay palabra que decir,
solo sentir tu ser,
una vez más antes de tu partir,
¡adiós¡,
no queda nada en este lugar,
también me marcho,
y tú vas dentro de mí.