Ahora que ya vislumbro nubarrones
me he decidido a tomar la vida en serio
sometiendo las bobadas a un asedio,
las mentiras, las verdades, las razones,
los argumentos de humildad bribones.
La virtud y la maldad, las emociones,
los versos sueltos, la libertad y el tedio,
los santos y los cantantes, sus canciones
que vinieron a invadirnos nuestro predio,
del moriturus sentencias sin remedio.
De las iglesias que ensayan oraciones
el arte de aderezar los monasterios,
los profetas que a insuflarnos ilusiones,
las cruces y medias lunas, los misterios
que aproximan hasta ti los cementerios.
Y así al final ya con el deber cumplido
mofarme de la belleza y la elegancia
después de la borrachera haber bebido,
las banderas y los símbolos, la estancia,
los derechos y el respeto a la vagancia.
Y puesto que más vale tarde que nunca
por fin tomé una valiente decisión,
instigar la suerte a ver si ésta se trunca.
Voy a sumarme al recurso del montón
y a esperar sentado suene el diapasón.
©donaciano bueno