46.
ACTO DE SOBERBIA
Un día el viejo león se despertó y conforme se desperezaba mientras se decía que no recordaba haberse sentido tan bien en su vida.
El león se sentía tan lleno de vida, tan saludable y fuerte que pensó que no habría en el mundo, nada que lo pudiese vencer.
Con este sentimiento de grandeza, se encaminó a la selva. Allí se encontró con una víbora a la que paró para preguntarle.
- \"Dime víbora, ¿Quién es el rey de la selva?\"-. Le preguntó el león.
- \"Tu por su puesto\"-. Le repondió la víbora, alejándose atemorizada del león.
El siguiente animal que se encontró fue un cocodrilo, que estaba adormecido en una charca. El león se acercó.
- \"Dime, ¿Quién es el rey de la selva?\"-. Le preguntó.
- \"¿Por qué me lo preguntas?- Le dijo el cocodrilo y continuó - Si sabes que eres tú el rey de la selva\"-. Terminó por decir.
Asi continuó toda la mañana: a cuanto animal le preguntaba todos le repondían que el rey de la selva era él.
Pero, de pronto, le salió al paso un elefante.
- \"Dime elefante, -dijo con soberbia en su voz - ¿Sabes quién es el rey de la selva?\"-. Le preguntó el león.
Antes de responder, el elefante enroscó al león con su trompa levantándolo como si fuera una pelota, lo tiraba y lo volvía a recoger... Hasta que lo arrojó al suelo poniendo sobre el magullado y dolorido león su inmensa pata.
- \"Muy bien, lo entiendo, - dijo el dolorido león - pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, porque no sepas la respuesta\"-. Termino por decir el león.