Ahora qué somos sino el final
de un paisaje en pintura iniciada
con tonos indescriptibles
de matices no inventados
con colores innovadores,
admirables y atractivos.
Se descoloró su llamativa,
se deformó cada trazo,
han quebrado se sus marcos,
ha oscurecido su fondo.
La dimensión de su felicidad
desmedida se redujo,
se fue a la distancia
donde finaliza todo,
donde la nada inicia.
Ahora qué somos,
sino es lo que la tristeza
recoge para tener poder,
lo que el lamento acumula
para materializarse,
lo que el llanto justifica
para salir.
Ahora qué somos…
no más que el dorso de la sonrisa,
la huida de todo espacio,
el atraso de todo tiempo.
Somos la lluvia
que calmó sed una vez
y se convirtió en sol
para dejar sequía
sin esperanza, sin semilla,
sin siembra, sin tierra,
sin viento…
A.Maestre