gatoconbotas_58

Flores de acero

 

Escucho viejas canciones

y te leo.

Me pregunto  

¿para quien escribo yo entonces?

y te leo aún más lejana que ayer.

Hoy hablé con una amiga

y hablamos del cementerio de Baigorria

y colocamos en el florero del dolor

algunas flores de acero.

Es triste la vida

si la miramos

desde ciertos ángulos,

tal vez si cambiamos de foco

podemos ser al menos

algo felices,

o menos infelices,

según miremos

el vaso medio lleno

o el vaso medio vacío,

entonces me re pregunto

¿para quién escribo yo entonces?

Acabo de leerlo a Borges

¿Yo? ¿A Borges?

¿Yo, que tanto lo odiaba?

El odio es ignorancia,

acabo de darme cuenta

y reconocerlo,

yo creo que nadie me lee

y sin embargo

se que tú me lees

entonces

puedo sentirme satisfecho

ha sido un día terrible

pero tú sabes

que yo te quiero,

apoyo mi mirada

en el paisaje

la ciudad sigue siendo gris

y asfixiante

pero yo pienso

que tú suspiras

y se abre en mi

un panorama nuevo

“la sonrisa”

quiero reirme de nuevo,

quiero sentarme frente a tus ojos

y reirme

saber que estamos vivos

como esos peces

que nadan hacia su destino

y poder ver el sol.

Ahora comprendo

a las viejas culturas,

no hay nada que supere

tu cuerpo bajo el sol radiante,

hay cosas como la sal y el sol,

insospechado juego de palabras

que para mi significan

placer y vida.

Borges tenía razón

y el turco Asis lo dejaba

explícitamente dibujado…

Flores robadas de los jardines de Quilmes

y la libertad de ser joven y peronista.

La vida tiene un solo sentido,

el horizonte

llega hasta tus piernas

y el sol me ilumina el camino.

Las flores de acero

tienen la ventaja que duelen

pero jamás se marchitan.