Has vivido en mi alma,
Has corrido en mis venas,
Tus enormes cadenas,
Me ha dolido cargarlas.
Te hieren los malditos
Sin poder evitarlo:
Ya el destierro es mas largo
Y el tiempo mas finito.
Mientras lloras tus penas
Tus hijos divididos:
En afrentas y oprobios sumídos,
No actúan como colmena.
La vida te ha golpeado;
Culpable ha sido: de un mal hijo el ego,
Equivocada medicina que tomaste,
¡No era para tu bien, era un placebo!
Ya el tonto útil de bastardos intereses,
Llevó a la ruina todo lo logrado,
Tu bello futuro enajenado;
Y sumído en profundas lobregueces.
Hoy, los mismos intereses ya conformes,
Al verte destruida y sin amparo,
Quieren que coman el plato de lentejas
Sentándose a su mesa, los malvados.