Zoraya M. Rodríguez

**~Viernes de un Día de Agosto~**

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El trinar de la presencia de los pájaros,

se escucha un leve silbido de cómplices avaros,

en un viernes de un día de agosto,

se contempla el sol de una nueva alborada,

porque en agosto se ha hecho su angosto...,

y delirante trueno de rayos y centellas en la extraña...,

faena de instantes sin escuchar e impetrar una loa...,

encandilada como la tormenta en los que aún naufraga,

en tiempos de soledades tenues como el visor de una nueva mañana,

queda un viernes de un día de agosto sin el sostén de una entraña,

que atraviesa sin calma el mar y el desierto en que dejó la lozanía,

porque sólo un destino no falla en cruzar los montes y praderas con algarabía.

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