Llegas en el momento exacto a mi vida.
Es lo que esperaba de ti.
He tenido este presentimiento,
desde el momento que te fuiste de mi vida.
Nunca supiste el motivo,
tampoco yo, no me interesó.
Todo te lo he aceptado.
Y todo ahora he de aceptar.
Alejándote, seguro estaba que volverías.
Nunca has dejado de amarme.
Tampoco yo.
Llegas... y no he de pedirte
ninguna explicación.
La conozco, tanto como tú,
es porque me amas.
Llegas nuevamente,
y eso es para mí suficiente,
para que tú y yo,
volvamos a ser felices,
como antes...
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 15/08/2015)