Es fuerte y correosa la ira
y el manto crepuscular que late heridas.
Sólo a veces es “de vez en cuando”.
Repasamos el pasado poco antes de morir
y caemos en la cuenta de que la vida palpita
más allá de lo fundamental.
Es un ser opaco el suceso gris
que consigue lastimarnos el espíritu…
Poco antes del desmayo revolotean
avispas en mi cabeza sin techos lujosos
y gracias a esto soy capaz de comprender
qué significa morder el polvo
que agita el cosmos.