Agustin Caicedo

Prestada

Tus labios no son míos,

Tu cabeza divaga en otros

Y si hablamos de tu corazón

¡Ay tu maldito corazón!

 

Que se amarro de este pobre diablo

Que creyó que lo querían...

Que creyó tus mentiras...

 

Te tomé prestada, tan solo alquilada

Ya que nunca fuiste mía,

Solo eras un ave perdida.