Nunca me iré poeta querido,
siempre estaré a la deriva
de tu mirada,
aquella que quedó anclada
en el puerto de tus sentidos.
Porque con tu fuerza
es la que respiro
y me hace navegar,
que al atravesar el ancho mar,
siento que tú me esperas,
miro a lo lejos,
olas viajeras
que vienen a saludar
es un mensaje que envías
a través del ancho mar.
En tu mensaje percibo
que me siente aún,
que nunca me olvidarás.
Tengo que ir donde estás
para que me digas al oído
lo mucho que me has sentido
desde que nos conocimos.
Porque nuestras mentes
fundimos
en esta gran inmensidad
dentro del mar de tu alma,
ahí está mi inspiración.
Cerca de tu corazón,
no quiero irme de ahí...
Me niego, porque
fue donde primero
me escondí en ti.