Habitamos un universo literario
Alguien formuló lo que nunca dijiste
No son casuales los parecidos
aunque los versos anden sin collar
El reloj tocó desde dentro
Daban las cuatro calladamente
El aire trepaba los muros sin calentar
Y el fuego se consumía a sí mismo
Colecciono colillas de amaneceres
En que apurábamos sin miedo la realidad
Antes de que el pecho empezara a doler
De que el vicio volatilizara el placer
Las raíces me trepan donde estuviste
Y mi alma florece en tu brisa
Pero cargué de piedras mi estómago
y quemé mis naves en puerto