Sin más me senté y sin saber porqué lo escuché de nuevo. Hacía años que no lo oía y hoy, sin razón alguna, me apetecía oírlo una vez más…y el efecto fue el mismo. Soy friolera por naturaleza pero ni el frio más intenso me pone la piel tan de gallina como cuando lo escucho. Melodía repetitiva y obsesiva, para mi llena de erotismo y que poco a poco me sube hasta las nubes. Cuantas veces te he escuchado; si estaba agotada me relajabas, si estaba baja me ilusionabas y si me encontraba débil me dabas la fuerza que me faltaba…y si…el efecto sigue siendo el mismo…hay cosas que no cambian…y yo por lo visto tampoco…Cuando te escucho no sé lo que me espera, es una aventura pues mi imaginación vuela con cada uno de tus compases. Me haces sentir liviana, ligera… podría pisar las nubes sin caerme al vacio, y si éste existiera seguro que me recibiría entre algodones. Provocativa, sensual, avispada, todo aquello a lo que a veces se le tiene algo de respeto, se multiplica por mil. Se desinhibe la imaginación…Recuerdo sentada de adolescente y escuchándolo una y otra vez…y la experiencia aunque igual, de cada vez era distinta…vale la pena oírte y escucharte (que no es lo mismo), y así con cada uno de tus compases ir ganando fuerza y más fuerza hasta sentirte la reina de todo, que todo lo puedo lograr, que no hay nada que no pueda conseguir…tan solo te tengo que escuchar….Y cuando todos los instrumentos se unen…aquello ya es la bomba…Precioso…no termines nunca…ya falta menos….que pena….pero aún queda lo mejor….¡vamos allá Ana!....toma impulso y déjate llevar…¿hay algo mejor que esta música, que te lleva a donde tú quieras?….y se repite y repite, pero cada repetición es distinta y emociona más y con cada redoble salta el corazón…porque comunica vida, vida plena e intensa…¡la que yo quiera!….benditos compases que me alejan y acercan de esta vida….ya termina , nananananananna…Por fin el final….tan apoteósico como siempre….Sí ,el efecto sigue siendo el mismo y yo , ¡que caray!, también lo sigo siendo…