No quiero hablar contigo
ni tampoco verte ¡No quiero!
Tus palabras son garras lacerantes
y quitan el aliento de la mirada
Sin respirar, temblorosa
y loca de dolor a estas horas, te recuerdo
en que tu pasión ciega, arrastro tu razón
y otra vez, humillaste, cosificaste. despedazaste
con odio y desprecio en el centro de la mesa
los sentidos, los principios y la existencia
Tu palabra muerde mi cuerpo,
las entrañas, el corazón y toda la vida
No quiero hablar contigo
ni tampoco verte ¡No quiero!
Siempre hay en ti una razón, una excusa
y ya, no te tengo miedo, aprendí a no tenerlo,
ni a tu bestial y brutal paliza
ni a tus patadas rompiendo una a una las costillas,
Ya nada puedes hacer, ahora es tarde
Has matado la esperanza,
los sueños y la fe
Y el reflejo del amor eterno
que me mueve a sufrir, callar y morir
en el secreto de la esencia
donde soy la luz de tu sombra
que se aleja con las alas al viento
pasando al vacío del infinito
en la voz quebrada diciéndote
Adiós.. Adiós ...Adiós ....
Mané Castro Videla