Arturo Segreda Mena

HACE CUARENTA Y SIETE AÑOS

Cuarenta y siete aniversario.

 

Hace cuarenta y siete años a mi Dios se le ocurrió,

entregarme un diamante en bruto que con gran regocijo recibí,

y sin darme cuenta en nuestra vida sucedió,

que a Él a mi casa no lo llevé,  por lo mismo sin saberlo le escribí.

 

Ante eso, y sin  esperarlo, a un Cursillo de Cristiandad me llevó,

poco a poco y en compañía de mi Señor,

el diamante apareció brillante y lleno de esplendor,

el amor floreció y tanta felicidad nos cautivó.

 

Por eso en esta fecha, memorable para mí, a Dios agradezco,

que por medio del Cursillo de la mano nos tomó,

para hacernos tan felices, sólo porque Él  nos amó,

que aún hoy día no me pongo a pensar si yo lo merezco.

 

Humilde homenaje a mi esposa a quien amo con todas las fuerzas de mi corazón  en nuestro 47 aniversario de matrimonio. Y no me cansaré de proclamar la grandeza del Señor por tanta bondad al habernos llevado al Cursillo de Cristiandad.