Parecía un Señor decía la Mariposa,
Sí, todo un gran caballero,
Un mortal de honor,
Pero solo era un abusador,
Que no sabía valor el amor,
No merece ni tan siquiera su mirada,
Ni las migajas de su perdón…
Varón que de todos se burló,
Criatura traicionera,
que hasta de su familia se olvidó,
Con las manos que la acariciaba,
Marcaba la cara de quien lo amaba...
Sus palabras eran como hielo,
Que apagaba su fuego,
sus puños como espadas,
dejaba su piel morada,
ella rodaba por el suelo,
suplicaba, gritaba ya basta,
tiraba la puesta, se marchaba…
En la madrugada ,
con un ramo de rosas regresaba,
como si nada la besaba ,
a su lado se acostaba,
al otro día sus intenciones,
De maltrato regresaban...
Silenciosa recoge sus cosas,
Para echarse a volar,
Para nunca más regresar,
Sabía que él nunca iba a cambiar,
a su lado solo le esperaba penas y cadenas,
Que no le permitirían soñar,
solo es un mezquino,
Que no vale ni tan siquiera un kilo,
Por qué un hombre que le pega
A una mujer, nunca debió de nacer…
Lidia Jaiah