Debo confesar mujer, que cada día te quiero más.
Y entonces si cada día te quiero más lo explicamos así:
Entre nosotros (tu y yo) hay “correspondencia uno-a-uno\", entre ambos, se puede deducir que tenemos el mismo número de elementos.
Entendiendo elementos como sentimientos del uno al otro.
Sorprendentemente cada día logramos que se amplíe la cantidad de elementos, y por ende sentimientos
logrando así un incremento diario del cien por ciento.
Después todo esto, podríamos pensarnos entonces como un conjunto infinito.
Esto matemáticamente sugiere pensar que lo que sentimos ambos, (el uno por el otro) es igual al infinito numérico.