Como alma turbulenta
voy viviendo esta vida
ya no tengo ni la esencia
de un amor ni una querida.
Primero me quitaste el sueño
ya no puedo dormir
me condenaste a escuchar truenos
del mundo a sobrevivir.
Peor que el sueño de la noche
me deslumbraste con la luz del día
no me hables ni me reproches
ya te causo antipatía.
Ese sueño que tenía
de ese que hacia vivir
eran sueños de un futuro que prometía
a los que me hacían reír.
Después me quitaste la sonrisa
la que de los labios me hacía feliz
ya ni palabras que me hechizan
de conocimiento de un aprendiz.
Aquella sonrisa inocente
la llevaste al trabajo
me quitaste la dignidad de gente
y me mandaste pal carajo.
Transformaste mi vida en un infierno
cuando me pusiste a trabajar
me quitaste lo poquito de tierno
que era yo al emigrar.