Algo que me envenena lentamente
tu halago tentador y apasionado.
Sonrisa diamante, rubíes y perlas
Dicen ser a menudo
Una prodigiosa exaltación
un aroma exquisito
de vientre encarcelado
de dientes perlados
y lujuriosos momentos.
Pasos perfectos, que a menudo,
traducen metáforas a las mariposas
llenas de destierro en sus ojos
manteniendo casi siempre
la llanura puesta la luna.
Y el amor tan solo y preocupado
consuelo de muchos,
martirios para algunos.
Llamas nacientes
que oscurecen de sol a sol
de flor en flor ,
las malditas predicciones …
Dichoso el mal ejemplo que recibo
del paisaje rustico
y de algunos días vanidosos,
no sabía de ellos,
de los guerreros conquistadores del amor.
Lagrima índigo,
Que derrama el suspiro
De la última noche
No conciernen mis morbosidades
Ni la aventura, ni la agonía
De buscar tu amor sin nada a cambio.