Me gustan las meretrices
que esparciendo van su agua,
al igual que hace en la fragua
el herrero cicatrices,
los pollos de codornices
que en surcos vienen, se alejan,
y al cogerlos ahí te dejan
con dos palmos de narices.
Adorar me gusta al sol
besándole las enaguas,
en los mares las piraguas
y de la brisa el crisol,
los peces, sueltos, felices
que nadan junto a la playa
mas no que inciten me vaya
con dos palmos de narices.
Me encanta que el aire vuelva
intentando sacar brillo,
en el café, azucarillo
esperando se disuelva,
cuando un piropo me dices
halagándole a mi ego
nas no irte y dejarme luego
con dos palmos de narices.
Me gusta a la mar mirar
y en el aire a las gaviotas,
jugando con las pelotas
a unos niños en el mar;
y en mi sueño a las actrices
creyendo que ellas me miran
mas no si de mi se piran,
con dos palmos de narices.
©donaciano bueno.