Las nubes que se forman se deshacen
sin derramar su liquido de vida,
las montañas no forman sus canales
para regar la tierra entristecida.
Y las flores que aportan colorido
aspecto de naturaleza viva,
levantan como masa enardecida
el trato que la humanidad les brinda.
Es la tierra que protesta, se queja,
como obrero que no encuentra comida,
son los ríos que lloran, se resisten
las granceras les arrancan la vida.
El hombre sin conciencia en su comercio
destruye, menosprecia su destino,
sin pensar que lo que hace le entorpece
agregándole piedras al camino.
Ramon Oviedo
Derechos Reservados
Ramón Oviedo
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