Dios me dio el privilegio
De sentirte en mi vientre
Durante nueve meses
Anhele tú nacimiento
Y cuando te tuve en mis brazos
Pude ver el milagro de tú existencia
Me enseñaste que el amor de una madre
Es puro, único e incomparable
El amor de madre ha de ser aquel
Qué no le importa el que dirán
Cuando estar dispuesta a luchar
Por la crianza de un hijo
No importa que su destino
Es la de ser madre soltera
Nosotras sola podemos
Con amor, dedicación y esmero
Criar a todo un batallón
Porque mí padre celestial
Nos dotó de bellos atributos
Y eso nos hace insuperable
ENEIDA BRAVO DE ZAPATA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL—VENEZUELA
18/08/2.015
4:14 a.m