Al grito del faro
Acude la locura
Del mar a la luna hay un paso
Ya anhela el viento su frescura
Confió en las olas y,
Se alejó, sin querer, de las amapolas
Que un día juró
Regar en su jardín
La sed se torció un pie
Y acosó la carga
Del que sueña con volar
Más allá de su piel
La marea se enoja con el mundo
Piedra a piedra le fue injusto
A quien da vida
No se le exige ser vivida
Como los pájaros cantores
Al ritmo del aire y su vuelo