Cuando monto el pingo y salgo recorrer la pradera
Buscando la china que vi en la casa patronal,
Con sus ojos negros y un par de trenzas
Con su cabello negro azabache en su espalda,
Con sus polleras floreadas y su delantal blanco
Que se luce en las fiestas típicas del campo,
Donde sebe el huaso bien aperado con su taraje
Cortejando a su compañera que baila,
La que viste elegante de la casa patronal
Con cabellera dorada y ojos claros montadas en un pingo de raza,
Cuando salen a recorrer el fundo
En un corcel blanco a lucir su estampa,
De una dama de clase
Donde los ojos de los labriegos,
Se sacan el sombrero al verlas pasar
Con reverencia se inclinan para saludarla,
Mi caballo fiel me acompaña al verla pasar
Con suavidad le dirijo mis palabras para darles mis cumplidos,
Hermosa mente le cantan los, pajaritos, que sobre vuelan el campo
Y bailan los árboles que con el viento bailan,
Inclinándose cuando ella pasa
Verla es como un amor de adolecente,
Que no los viera un inquilino del fundo
Que no le cuente al patrón,
Si fuera así tendría que chicotear a mi pingo
Y desaparecer como alma en pena,
Y olvidar que conocí una reina
La que me quita el sueño,
La que permanece en mi mente
La flora con su inocencia,
Nos protegen que no los vean
Es la que nos ayuda a cuidar nuestro amor,
Que nuestras ilusiones crezcan
Cabalgamos juntos por las laderas,
Mientras soñamos junto a la naturaleza
Donde el silencio esconde el eco de los cascos,
Que flora en las montañas
Al cabalgar mientras avanzamos al escondite secreto,
Mientras el viento emite un sonido cuando te beso
Bajo el follaje de un viejo árbol que los conoce de pequeños,
Y ha guardado por años nuestro secreto
De un hijo de un inquilino que conquisto a la princesa,
Entregando su inocencias al amarse
En vuelto en el amor y pasión que creció con ello
Desde pequeños como testigo la tierra que los vio crecer
Testigo fue el cielo la flora que los cubrió,
El viento que callo las exclamaciones de amor
Que la locura de amarlos, la efusión y el amor,
Desde el interior del alma exclamo
Junto al suspiro del interior del corazón,
Donde las nubes en el cielo formo un corazón.
Autor eco del alma
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Antofagasta, 12, 08, 2015.