Siento como sí el aire
Dejara de ser viento
Para formar espirales de recuerdo
Memorias de la propia melancolía
De felicidad encontrada en el goteo de una fuente
De los atardeceres bañados por el canto del mirlo
El beso eras tú
El viento que mecía las hojas,
El agua que manaba de la fuente
El silencio del lavadero oriental
La arena que corría entre los dedos de los niños