Te contemplo,amor, rosa y azucena
en calor de enamorada ,dispuesto...;
en el mirar, dulce ,ardiente y honesto,
que enardece a mi pecho y lo refrena.
Contemplo tu cabello suelto, vena
de oro al viento, siéndote vuelo presto,,
desparramado por tu cuerpo inhiesto,
que el aire agita, extiende, desordena...
Serás de la naciente primavera
la flor antes que venga el tiempo airado,
cubriendo de blanco la fría cumbre
y marchite la rosa el viento helado.
Lo cambia todo la edad pasajera,
todo lo muda la diaria costumbre.
(salvador)