nelida moni

Sabernos y aprendernos... por el eterno placer

La senda vehicular

me daba señal de

paso, cuando te vi,

 me enamore de ti.

 

Pasaron años,

caminando por la avenida,

te volví a encontrar.

...Como me gustaste...

  

El destino hacía que

te viera y que me vieras

y  tubo que pasar un año y

más, para que nuestro vernos,

no fuera casual.

 

Un café y nada más- dije-

y fue una tarde plena, tantos

temas en común, tantas

ganas de sabernos y aprendernos.

 

Y ese fue el final y el principio

de todo.

Ya  estábamos en total armonía

uno a la par del otro.

Por el eterno placer de amar.