Sumergirme donde el agua se ha secado, que salga un sol un día que estaba nublado, es tu corazón el que ha hablado, ese mismo que mucho tiempo me ha desterrado?, mi alma juega como un valiente ilusionado, mi mente me la juega, todo es un producto imaginario, son mis delirios en un largo diario que te brindo cada vez que mi cabeza monta un escenario con certeza, da mil vueltas a tu arte sin perezas, sin conseguir la destreza de descifrar el viento que aulla con firmeza a la luz de la luna, como saber que brilla y que no quiere a ninguna, como gritar en esta locura oscura que me sumerge en el mayor placer de las torturas, un querer imposible que determina con soltura un amor que creció entre la espesura moribunda de un sueño, lo agarramos con empeño, los hechos de marras no importan si por el sonido del viento escuchas mi boca recitarte estos versos, cuanto hace que no te mando un beso, atrapado, perdido, en un viento no correspondido, sumergido en el mar seco de sentimientos que en mí no se han dormido, desespero si pienso que todo está rendido, pero a veces pienso que eres un producto de mi mente que ha vencido, consecuentemente me hacen bajar a una realidad que no he elegido, me tocó por casualidad, se llama haber vivido, no podía estar años en urna de cristal, comprende que necesito como tu ser comprendido, hablar contigo, necesito sumergirme en tí y en realidad saber... qué nos pasó, que fue ó que es lo que vivimos, y si todo lo comprendí del revés, sólo me quedaría volver a disculparme otra vez, coger las maletas dejando a un lado mis sentimientos y vendetas, largarme a otro lugar donde no te pueda dañar, ni sonreir, ni hablar, me iría con un gran vacío pues aunque sea pecado no me gustaría irme sin besar esos labios impasibles, que un día me llegaron a susurrar, que lo nuestro fue increible y que poco iba a durar, a tí mi ángel impredecible no te podré olvidar, aun sin que yo lo quiera, hay algo dentro de mi que me hace obrar de esta manera, para mí no era de esperar, pero así será la vida ni certera ni embustera, destino que nos viene a rescatar, haciendo de la espera un triste caminar, si ahora te tuviera aquí... te podría hasta besar...