Hoy duele aquel abrazo que quedó sin cerrarse,
esa mano extendida que se rindió al costado,
esa mirada atenta que escapó sin fijarse
en todas las miradas de aquel tiempo pasado.
Hoy duelen los caminos que jamás recorrimos,
las palabras a medias que nunca pronunciamos,
los recuerdos felices que juntos no construimos
y todos los suspiros que juntos no exhalamos.
Duele el intenso tiempo que se excede y transcurre
entre el espacio inútil que limita los pasos,
la suma de momentos que expiran y no ocurren
mientras esa esperanza que descansa guardada
se adormece de frío ante el cruento fracaso
de aquel sueño de amor que se perdió en la nada.