Caminando en la Tierra
vi la aurora de los signos
oí la lamentación de los hombres
sus voces suplicando se escuchaba desde lejos
clamaban a las naciones
contemplando el estado de nuestras cosas
viviendo en un época
en que todos estamos condenados
quienes hemos quitado la vida
a más de cuarenta y cinco millones de seres humanos
y no hemos conocido sus nombres
nosotros que hemos negado la vida a otros animales transformándolos en plantas
y las plantas en piedras
quienes empleamos nuestro tiempo
elaborando excusas para justificar nuestra conducta
y siempre queremos agarrar la mejor parte
deseando algo más para nosotros.
Caminamos sobre una tierra
satisfechos por nosotros mismos
e indiferentes al hecho
de que esta tierra está cansada de nosotros
y no tiene la posibilidad de evitarnos.
Anhelamos la felicidad
y luego la rechazamos
cuando ella viene a nosotros
porque para nosotros parece ser
significado de elevarse del mundo oscuro físico
para entrar en la vida consciente del espíritu
y ofrecemos resistencia a los profetas.
A través de nuestras acciones
hemos perdido a Dios
y en consecuencia nos hemos perdido a nosotros mismos como quienes se han olvidado de Dios
y nos hemos olvidado de nosotros mismos.
Nos hallamos aturdidos y extraviados en un desierto
y queremos comprender el Universo
cuando no nos comprendemos a nosotros mismos debemos encontrar la razón de ser de nuestra vida
en conformidad con nuestros actos
porque estamos encarcelados en barracas
y ni por eso nos acordamos de orar
y los verdugos nos aplican los hierros candentes
para torturar nuestros cuerpos
golpeando nuestras cabezas con la culata de un rifle
hasta convertirla en pulpa
para después arrojarnos a un foso.
Después de ricos nos empobrecemos
y después de nobles nos degradamos.