Aún sigue ocupando un cargo de prestigio,
tiene su silla, su escudo, su estandarte,
la recompensa y honor a su servicio,
de Consejos, mas de mil, formando parte.
Ha logrado acumular muchas riquezas,
tiene un buen coche, una casa, tiene un yate,
se ha codeado con todas las bellezas,
donde él acude la salsa es del tomate.
Y tuvo en su mano hasta la paz del mundo
aunque la misma nunca anudó en su mano,
mas impregnado de angustia, Segismundo,
nunca pasaste de ser de oro un gusano.
Y ahora que llegas a tu último destino
a contrapié, no estás aún preparado,
aunque repleto aún andas de pan y vino
de nada sirve, ya el tiempo se ha acabado.
Tu pedestal fue de barro, sin cimientos,
acaso, de éxitos tu vida, un dislate,
de nada sirven ahora los lamentos,
sin darte cuenta te han dado el jaque mate.
©donaciano bueno.