EN POS DE UN MI BEMOL MAYOR,
CLAMA LA DULCE MELODÍA
Y DEL ALTO CONTENIDO
VUELCA NOTAS, EL SONAR DEL PIANO.
EN LAS DELICADAS MANOS DE QUIEN
CON ACERTADOS MOVIMIENTOS
GOLPEA TECLAS y EMERGE SU
PASIÓN, DECLARANDO SU AMOR
POR LO QUE TOCA.
NOCTURNO, MARCA EL TIEMPO INDICADO,
ES UN TRANQUILO ANDANTE,
DE UNA FLUIDEZ MELÁNCOLICA,
QUE SEDUCE AL OÍDO, Y PALIDECE
SEMBLANTES.
DANDO AL ESPÍRITU,
LA SENSIBILIDAD CÁLIDA Y EXQUISITA
DEL QUE POR ELLA PALPITA.
Y CHOPIN
VA DESAFIANDO LAS CUERDAS, MIENTRAS
LAS ESCALAS ASCIENDEN Y DESCIENDEN
A DESTAJO.
Y ES QUE ES UN POETA, DERRAMANDO EN
PARTITURAS, COMO OTROS SON CAPACES
DE SEMBRAR EN LETRAS.
(Fryderyk Franciszek Chopin; Zelazowa Wola, actual Polonia, 1810-París, 1849) Compositor y pianista polaco. Si el piano es el instrumento romántico por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin: en el extremo opuesto del pianismo orquestal de su contemporáneo Liszt -representante de la faceta más extrovertida y apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo-, el compositor polaco exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado.