De noche el perro ladra
y despierta a la cuadra,
será por eso
que le tiran huesos
a ver si se calla.
.
Él sigue ladrando
y molestando,
por estar de travieso
en vez de huesos
le tiran palos.
.
Él no ladra de hambruna,
ladra es a la luna
y los vecinos malhumorados
le lanzan huesos y palos
presos de la furia.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela