ELEMENTOS
Mi perfecto complemento completo fundamento al principio de mi
felicidad; tu mi elemento cuya finalidad se refleja en mi cuerpo cuando
agitas su química, su sustancia, altera sus átomos tu fragancia. Con que
cuenta tu alma? Que remueves el ambiente en el que habitan mis deseos y haces que me sienta vivo.
Tu humedad constituye la esencia de lo que crece pues me baño en tus aguas, las navego
llevandome lejos. A lo ideal, a percibir más claro lo astral.
Surqué en el mar y en cuerpos he navegado y solo en el tuyo he hallado puerto; tierra
en ellos no hubo, ni agua a mi sed, ni aires de libertad, mucho menos tu fuego. Que sin los
principales elementos los básicos conocimientos para vivir y subsistir, dirigiendo el navío de
la existencia; más la fuerza de tu experiencia y la mía, nos convierte en perfectos guías de
bellos amaneceres llenos de ternuras y placeres incalculables porque eres inigualable la única
culpable de sentirme enamorado.
Mas que es el suelo, sin lluvia, y el mar sin la misma; que del fuego sin viento en trozos de leña
mojada, que de mi, sin esos besos, lo sé, sería un enigma.
Lo cognitivo en mi cabeza considera la pureza del flujo que en cada gota espele tus poros, en aquel
equilibrio de sensaciones; en ese proceso un proceso comunicativo que logran esos dos bellos
emisores, y donde tus ojos al contacto imprescindible con los míos les son apropiados receptores, y ellos se
dicen todo sin texto, agitando aquel contexto de señales sin gesto; en ocasiones perfectas comunicaciones
que existen solo en nuestro idioma. Cuando los dos formamos uno.
Tus componentes sirven para caracterizar para determinar, los varios elementos que te distinguen del resto.
Más sería sensato restarle al todo por nada? No! yo apuesto todo a mi amada sin nada de miedo con todo el amor
el fuego el anhelo sin que nada nos dañe con aquella presión de atmósfera queriendo desdeñar lo bello de aquello que tanto costo.
Porque considero nuestros elementos configuran un estado fantástico entre placer y ternura entre lo ardiente y
lo húmedo; entre un te amo luego del mismo.
Entre cada acción en función de aquella hermosa química reacción, tras la fusión de nuestros cuerpos.
Con los pies en el suelo, elevó mis manos al cielo al aire, bajo la lluvia con fuego en mi voz, y gritó te amo
con la fuerza de mi corazón.
Que eres mi quinto elemento lo afirma y confirma el firmamento. Me animas cuando siembro en tus labios mis
besos germinan, y las gotas de tu humedad no terminan no culmina, tu fuego en el juego de la seducción; haces
tu aposento en mi razón y mis sentimientos y vuelo, siento que vuelo por lo que por ti siento y asiento en
certeza que eres mi quinto elemento.