Se despierta en la mañana
Cuando el mundo peligra
Se dirige a la ventana
Y acaricia su lira
Delicada se devana
Con el aire que gira
Y su túnica liviana
Suavemente suspira
No la llames, tan lejana
Su mente se retira
A través de las campanas
Flotando con su lira
Y en el aire filigranas
Florecen mientras miras
Dulcemente te desgranas
Y sabes que deliras
Cuando diáfana y liviana
La música se estira
Te recuestas en la cama
Y tan solo la admiras
¡Oh, dulce, dulce mañana!
Nunca fue una mentira
Nunca fue una cortesana
Siempre fue una valkiria